En 2015, la Legislatura de Tucumán gastará $ 970 millones. Ese es el presupuesto que se fijó el cuerpo colegiado para este año electoral. Así, si el espejado edificio de calle Muñecas 951 abriese sus puertas de lunes a lunes, serían en promedio $ 2,65 millones diarios. Pero, ¿en qué gastarán la plata?
Aunque no se difunden datos oficiales sobre los recursos parlamentarios, LA GACETA accedió a algunas cifras que permiten conocer a qué áreas se destinan esos fondos. Según altas fuentes de la Cámara, el 78% del dinero presupuestado será para salarios de empleados transitorios y permanentes. El 22% restante se divide entre gastos corrientes (para funcionamiento del edificio, viáticos y eventos) y los “gastos sociales” legislativos, cuyas cifras continúan siendo un misterio.
Sí es posible inferir, sin embargo, el monto promedio que recibirá en bruto un trabajador de la Legislatura. Para este cálculo, fueron restadas del total las dietas legislativas (unos $ 15 millones anuales), fijadas el año pasado en $ 23.000 y contempladas en la partida para salarios. Según cifras oficiales, la Cámara tiene unos 3.000 empleados (925 en planta permanente). Si se dividen los $ 740 millones que van para haberes en 13 -por los 12 sueldos y el aguinaldo-, y se contempla el número de asalariados, cada uno recibiría por mes un total de $ 19.000 (sin los descuentos de ley para aportes y obra social).
En la Legislatura prefieren hablar de porcentajes. “A nosotros sólo nos corresponde el 3,1% del Presupuesto General de la Provincia. El resto (de los $ 31.400 millones) se distribuye entre el Ejecutivo, el Poder Judicial y los organismos autárquicos”, reflexionó una autoridad del cuerpo colegiado.
El 28 de noviembre pasado, se aprobó en sesión la previsión general de gastos de todas las áreas del Estado provincial para 2015. En el recinto, sólo Alberto Colombres Garmendia (PRO) deslizó algunos números del Poder que integra. Pero ni el bloque oficialista Tucumán Crece ni la comisión de Hacienda y Presupuesto (integrada sólo por alperovichistas) hablaron sobre los recursos propios. Tampoco los demás legisladores de las bancadas opositoras.
LA GACETA accedió a algunas de esas cifras, que no fueron publicadas en el Boletín Oficial cuando se promulgó la Ley de Presupuesto, y tampoco aparecen en el sitio web de la Legislatura.
De los 3.000 empleados legislativos, 925 están en planta. La mayoría de estos trabajadores se desempeña en la Secretaría y en las Direcciones (de Archivo, de Biblioteca, de Taquígrafos, etcétera). Según fuentes consultadas, continúan en el cargo más allá de quiénes llegan a las bancas cada cuatro años. Sí están sujetos a esta situación política los empleados transitorios, que según las fuentes consultadas suman 2.075 puestos. Estos suelen percibir un salario inferior al de los de planta y se “marchan” cuando termina el mandato del legislador que los ha convocado.
Dieta y “gastos sociales”
Cada uno de los titulares de las 49 bancas cuenta con recursos en metálico: la dieta, un equivalente al salario, que ronda los $ 23.000. Además, tienen 10 contratos para asesores y una partida para “gastos sociales”, cuyo monto tampoco se publica pero que, como mínimo, ronda los $ 65.000. Muchos legisladores optan por contratar, con esta plata, más personal transitorio para su equipo. Incluso, a la Presidencia de Cámara están asignadas -con este tipo de contrato- cerca de 300 personas.
Los transitorios también se ocupan de tareas cotidianas de la vida parlamentaria. Participan en los nueve bloques políticos (el oficialista Tucumán Crece, el massista Frente Renovador, las tras bancadas radicales, el Partido de los Trabajadores, Fuerza Republicana, el PRO y la Democracia Cristiana). Se desempeñan, además, en las comisiones permanentes de trabajo.
Entre 2003 y 2007, durante la vicegobernación de Fernando Juri (actual legislador alperovichista), la planta de empleados de la Cámara llegó a 7.000 temporarios y 152 permanentes, con 40 legisladores (tras la reforma constitucional de 2006, se amplió el número de bancas a 49). La cantidad de contratos, así, cayó notoriamente en los últimos años. Pero no por eso acabaron los escándalos.
En abril del año pasado estalló la polémica por la designación, entre 2009 y el verano de 2014, de la mediática Marianela Mirra. Según registros de Anses a los que accedió LA GACETA, la ex “Gran Hermano” se desempeñó en ese lapso como contratada. Ningún legislador se hizo cargo de ese nombramiento, que se habría producido en la gestión de Juan Manzur, vicegobernador con licencia y actual ministro de Salud de la Nación.
Gastos y recursos del cuerpo colegiado
1- ¿Cómo se contrata personal en la Legislatura?
Hay dos tipos de empleados: los de planta y los contratados. Llegan a la Cámara por lo general a pedido de un legislador, que envía una nota a Presidencia solicitando el nombramiento. El decreto de designación se firma, pero no se publica.
2- ¿Qué diferencia a los transitorios de los de planta?
Los empleados de planta son, por lo general, los de mayor antigüedad. Su situación laboral es más estable, ya que no está sujeta al mandato de un legislador. Su salario, que depende de la categoría, suele ser mayor al del transitorio.
3- ¿Cada día van 3.000 empleados a la Legislatura?
No. El número es bastante menor. Se explica porque los legisladores asignan contratos en sus “territorios” para una labor política. Además, algunos asesores (contables, letrados, etcétera) prestan servicios sin necesidad de ir a la Cámara.
4- ¿Los empleados de la Legislatura marcan tarjeta?
Sí. En cada piso está instalado un sensor para que los trabajadores pasen la tarjeta al comenzar y finalizar su jornada. Este trámite lo realizan los empleados de planta, pero muchos contratados no tienen control de asistencia.
5- ¿Existen diferentes escalafones en la Cámara?
Sí, la categoría 1 representa un salario máximo que ronda los $ 17.000, a los que se deben agregar título, extensión horaria y antigüedad. La categoría más baja implica un haber en mano aproximado de $ 6.500.
6- ¿Se conoce quiénes trabajan en la Legislatura?
En el sitio oficial del Poder Legislativo (www.hlt.gov.ar) sólo constan los nombres de los 49 legisladores, de las autoridades de la Cámara, de los directores de las diferentes oficinas y de los secretarios de las comisiones de trabajo.
7- ¿Cómo se define el Presupuesto legislativo?
La Legislatura es el único de los Poderes que calcula y aprueba su propio presupuesto. Las autoridades sostienen que el cálculo se realiza todos los años sobre la base del Presupuesto General Provincial, del que se toma el 3,1%.
8- ¿Cuántos empleados tiene cada legislador?
El número varía. A cada legislador se le asignó, a su llegada, 10 nombramientos para asesores. Algunos solicitaron que sus “gastos sociales” se conviertan en más “contratos”. Así, esos $ 65.000 -como mínimo- se transforman en varios empleados.
9- ¿A qué se denomina “cargo político”?
En la jerga de la Legislatura, este tipo de nombramientos tiene que ver con la actividad política del legislador. Así, convoca a dirigentes de su “territorio” o espacio para realizar actividades. Este rótulo también reciben los considerados “ñoquis”.
10- ¿Quién controla los gastos de la Legislatura?
Todos los gastos del cuerpo colegiado son girados al Tribunal de Cuentas, ente de control de los fondos públicos provinciales. En los acuerdos emitidos en 2014 y en el informe sobre la Cuenta de Inversión no constan observaciones.
11- ¿Cuánto dinero “cuestan” los legisladores?
Según cifras brindadas por autoridades legislativas, la dieta anual de los parlamentarios suma un global de $ 15 millones. Si cada uno recibe $ 65.000 para gastos sociales, el anual es $ 41 millones. El global final, entonces, es de $ 56 millones.
12- ¿Cuántos recursos son para funcionamiento?
El 22% del presupuesto de la Legislatura, que alcanza los $ 213 millones, se divide en partidas para gastos de funcionamiento y para gastos sociales. El primer ítem incluye, entre otros, el mantenimiento del edificio y los viáticos.